Ay Pena, penita, pena...

Dicen que las penas con pan, son menos penas. La verdad es que en mi caso, me he propuesto curarme esta tristeza incurable que tengo con lo que me alimenta de verdad, que es el arte.

No soy quien para decir de mis talentos, soy mas bien una egoista que saca lo que tiene para producir y crear, por necesidad emocional. Sin mas pretensiones y me he lanzado a la escritura, porque definitivamente creo que todo el mundo tiene algo que decir y que tal vez a alguien le importe, o entretenga. Que ya es mucho.

No quiero entrar en la telenovela de mi pena, mejor lo dejamos para otra.

Mi idea es contar como veo yo el mundo desde este continente inspirada por mi amiga Cristina y por alguien mas de la que ya tendremos tiempo de hablar. A las dos les mando un beso desde este ciberespacio alfabetico.

Asi que, como dijo mi Bette del alma:

- Abrochense los cinturones! esta va a ser una noche movidita.




*Imagen gentileza de Monsier Saint-Etxupery (Merci!)